Se incluía una exhibición de Cetrería y venta de alimentos y bebidas, así que hice un recorrido y algunas compras: dulces de regaliz, queso de oveja curado, unos búhos pequeñitos para la pequeña Andrea mi sobrina, una brujita en su escoba para recordar algunas… ¡fue muy divertido! También me hicieron mi nombre en árabe con unas letras muy bellas y cuando pasaba por un puesto de frituras un árabe me gritaba: ¡Caty ven! y le dije ¿a mí? si, a tí Caty ¿porqué me dice así? ¡porque así dice tu cartel! Bueno, creo que el árabe que escribió mi nombre no me entendió, así que dice Caty y no Paty. Pequeño error, al menos no dice una grosería.
La sección de los juegos infantiles me gustó mucho, ya que, por supuesto, no eran eléctricos, sino que se movían con una manivela mecánica y eran de madera, cuero y telas.
Los niños disfrutaron mucho y los organizadores se esforzaron ya que todo el mundo andaba vestido adecuadamente y te hacían sentir realmente en el pasado.
CETRERIA.- Arte de criar, entrenar y curar halcones y otras aves rapaces para la caza de volatería.
Que mágico lugar, en verdad parece retroceder en el tiempo. Gracias por compartirlo con nosotros.. Hermoso¡¡¡
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Hola Edith:
¿verdad que sí? a mi me gustó mucho el concepto y todos los detalles para hacernos sentir en esa época ¡hasta pensé que se puede hacer un mercado mexicano de los que había en los pueblos antes! ¿no te parece? gracias por entrar al blog, saludos y un abrazo a la familia.
Paty Michel
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