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LONDRES ES SORPRENDENTE

Visitar Londres no era una de mis metas al vivir en Europa, pero se presentó una oportunidad y viajé a esa ciudad por cuatro días y no me arrepiento. No era mi plan ya que había oído muy feas historias de dificultades para entrar a ese país, sobre todo por las medidas de seguridad y, por lo mismo, no había hecho turismo cibernético por Londres. Pues me había perdido de cosas extraordinarias. Les cuento:

Coco, mi sobrina, me recibió en su casa por el rumbo de Paddington de donde salimos caminando al parque Hyde. El día era sumamente frío, ya que era diciembre en vísperas de Navidad y en el parque aún se conservaba pasto con hielo que se había formado durante la noche. Si el parque es bello en esta época, en verano debe ser bellísimo. En el parque caminamos por andadores señalados y decorados con monumentos y estatuas, entrando cerca del Jardín Italiano hermosamente decorado con fuentes. Frente a ésta una estatuilla de Peter Pan tocando una flauta, cuya base está decorada con muchos detalles, desde niños hasta conejos y tiene la magia de despertar tu niño interior, así que corrí a tomarme una foto allí.

Continuamos por el andador dedicado a la Princesa Diana que nos llevó directamente a un monumento dedicado a ella, muy peculiar. Cruzamos a salir hacia la avenida Kensington para llegar al palacio de Buckingham. Ha sido emocionante estar en este parque que ha sido escenario de tantos hechos históricos y curiosos en la historia de Londres.

Salimos del parque y nos dirigimos a conocer la famosa tienda departamental Harrod’s que superó todas mis expectativas. Hermosamente decorada con motivos egipcios, a todo lujo, con todo tipo de departamentos y todo tipo de clientes, desde aquellos que como yo que sólo entramos a conocer, hasta aquellos que pueden adquirir una escultura de Dalí o cuadros de famosos. Aquí adquirimos un pay de carne de cordero y otro de ternera que comimos más tarde, congelándonos en el parque del palacio.

Visitar Londres en esta época tiene dos desventajas, que son el intenso frío que congela las manos y la nariz y las pocas horas de sol, pero a cambio ofrece la hermosa decoración navideña.

En los días que estuve en esta ciudad caminamos mucho, conociendo las calles antiguas del centro, donde tomé fotos de la tienda de pasteles Choccywoccydoodah, en la esquina de una callecita sumamente antigua cuyo suelo está cubierto de antiguos adoquines; esta pastelería es famosa, además de por sus pasteles muy originales, por salir en la serie “Chocofantasy” que se puede ver por Divinity. Estuvimos en el Palacio de Buckingham, la Torre de Londres donde aprendí mucho de la historia de Inglaterra, del humor negro de los ingleses, de datos muy curiosos sobre la vida de la familia real en épocas remotas y otras no tanto y conocimos las joyas de la Corona; conocí el Puente de Londres, el Big Ben, la bellísima Abadía de Westminster, nos tomamos fotos en las conocidas casetas rojas de teléfono, tomamos chocolate caliente en una original librería de Trafalgar Square, probamos cerveza inglesa, cenamos pato laqueado en el barrio chino… ahhh ¡por supuesto que tomamos té con pastelitos! en fin ¡que hicimos todo lo tradicional!

¿Qué falta? Pues al igual que ir a la ciudad de México y no ir a los teatros es pecado, así en Londres es obligatorio, por lo que hicimos un emocionante paseo por el West End o Theatreland, la zona donde hay muchísimos teatros y están montadas obras famosas, algunas con muchos años de presentación continua y Coco me regaló de Navidad adelantada la entrada para Los Miserables y, al final, acudimos a pedir autógrafos y tomarnos fotos con los artistas, como debe de ser, como nos verán con el guapo Christian Edwards, que por cierto, se burló de mi acento gringo al hablar inglés.

Algo que no te puedes perder es conocer la Catedral de San Pablo, es majestuosa realmente. Ahora conozco las tres catedrales más grandes del mundo: la de San Pedro en El Vaticano, la de Sevilla en España y ésta.

Quedaron muchas cosas pendientes que hacer, no sólo en Londres sino en el Reino Unido en general y para eso habrá más oportunidades. Por lo pronto ¡no te pierdas Londres!