El castillo Bellver es una fortificación hermosa del siglo XIV, con una construcción redonda y sus correspondientes torres para más seguridad.

Tiene dos fozas en forma concéntrica por la que se cruza en puentes de madera.

Para llegar tuve que subir caminando por escaleras unos 25 minutos, por un cerro con algunos pinos y muchos arbustos. Un gran esfuerzo de verdad, a medio camino me quité el abrigo.

El lugar es realmente hermoso, muy limpio y bien presentado.

En su interior hay un museo de historia de Palma de Mallorca muy pobre, con escaso atractivo, lo digo por el esfuerzo de subir.

Pero el castillo es de verdad majestuoso y muy hermoso. Su patio interior circular con un portal lo hacen muy bello.

Pero es penoso que no haya servicios para el turismo. Primero, se puede llegar en autobús urbano y en la parada no hay información de a dónde ir.

Luego, preguntando cómo, llegas a la calle correcta y tampoco se informa que puedes subir en taxi. Es una pena de verdad.

Cuando al fin estás arriba muy cansada, tienes que caminar más hasta el estacionamiento donde está la taquilla para los boletos de entrada. Luego regresas al punto donde llegaste por las escaleras, para subir más escaleras y entrar al castillo.

Excepto baños en el lugar no hay ningún otro servicio. Me extraña porque los españoles toman café todo el tiempo y nadie vende café ni agua.

Cuando terminé mi recorrido que fue muy pronto volví a la taquilla y le pedí a las señoritas que me pidieran un taxi y se negaron rotundamente, alegando que no estaban autorizadas. Y yo alego que no es cuestión de autorización sino de cortesía.

Qué pena de verdad que pasen esas cosas en un lugar tan hermoso. Eso sí, las vistas hacia Palma valen la pena ¿No creen?