La Catedral está en el corazón de la grandiosa ciudad de México, en el lado norte del Zócalo. El Zócalo es un lugar enorme, abierto, con pequeños jardines en las esquinas, rodeado por un lado por el Palacio Nacional, sede del gobierno de la república, al norte la catedral, al sur el palacio que fue de Hernán Cortés y que heredó su hijo Martin y otros hermosos palacios.  Es un lugar que hace que lo admires con la boca abierta.

La Catedral está construida con varios estilos arquitectónicos, tal vez porque tardaron más de 250 años en terminarla. Está inspirada en la Catedral de Jaén por eso tiene dos torres y al igual que muchos edificios del centro histórico de la ciudad, está inclinada por haber sido construida sobre lo que fuera un lago.

Hicimos una visita con curiosidad, yo porque hace veinte años que no entraba y María José porque no la conocía. Es un monumento de casi 500 años en el que el tiempo se detiene y ha sido visitado por todas las generaciones de mexicanos antes de mí desde que se estaba construyendo.

Imposible que no salgan turistas en las fotos ya que es muy visitada

Se dice que está construida sobre el templo mayor de los aztecas y que, incluso, se usó material de este.

Tiene muchas capillas alrededor dedicadas a santos y vírgenes y contiene muchos detalles.

Pudimos ver casi toda la Catedral y hasta nos sentamos a orar un momento.

También tuvimos acceso a una pequeña sala donde se exhiben cuadros de los grandes pintores virreinales.

El altar principal es de estilo barroco totalmente, al más puro gusto español.

En el pasillo central frente al altar está un enorme indicador de acero, que cuelga del techo, con el que se puede observar la inclinación del edificio, ya que en una placa en el suelo está señalada con una curva como, históricamente, se ha ido moviendo.

En fin, que conocer este enorme monumento, es empaparnos de la historia de nuestro país a través de la belleza y la cultura, mientras alrededor las personas acuden por una limpieza de espíritu con los chamanes que trabajan todo el día ¡Contrastes de fé!

Al final resultó una gran experiencia, gratis totalmente, y con 20 minutos de tiempo ¡No te lo puedes perder!