
Como me gustó mucho el primer Celler que visitamos buscamos otros por supuesto.

Y descubrimos que más cerca de nosotros estaba otro: Celler Sa Premsa.
Desde que entré me gustó mucho, ya que resultó un lugar que recuerda la tradición y las costumbres de un puerto en el Mediterráneo.

Los muebles son tradicionales y las lámparas y las paredes están decoradas desde su inicio, sin hacer cambio alguno.
También me gustó que la mayoría de los clientes eran gente local y eso habla bien de un lugar que es turístico.
Empezamos con una copa de tinto Ribera del Duero y aceitunas. Soy la loca de las aceitunas así que no faltan. Estas son verdes pequeñas, ovaladas y un poco picantes. Las sirven en aceite, no en salmuera como en Andalucía.

Pedimos, para iniciar, un caldo calientito porque llegamos con frío. Cómo ven era solo y, además no era de pollo, sino de cerdo !jamás se me hubiera ocurrido! Pero lo disfruté.

Iván pidió pollo al ajillo, pero yo tenía mucha curiosidad por el Frito Mallorquin así que eso cené. Resultó ser un revoltijo de papa (patata), chícharos, pimiento, hígado y, supongo, otras visceras. Me fue gustando en cada bocado y al mismo tiempo intentaba recordar dónde lo había comido ya. De pronto lo recordé: el platillo tradicional de Tapalpa es el borrego al pastor y uno de los complementos se llama machito, que son las tripas del borrego rellenas de este mismo revoltijo y que a mí me gusta mucho, la tripa la sirven muy doradita.
Esta fue mi experiencia en otro celler, ojalá que tenga la oportunidad de conocer otro. Ustedes lo sabrán.