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Viajar es disfrutar: autopista Durango – Mazatlán


Puente El Baluarte Bicentenario

Esta Semana Santa fue ideal para ejecutar el proyecto, que hacía tiempo tenía planeado, de viajar en auto a Durango desde Guadalajara, en nuestro extenso país, México.

Tuvimos tiempo, Mago y yo, de ir revisando los pormenores de la distancia, precio de las casetas, estimar el gasto de gasolina y otros.

Salimos de Guadalajara alrededor de las 9:00 am con muy buen tiempo y tomamos la autopista rumbo a Mazatlán, que pasa a un lado de Tepic.

Ese tramo es hermoso ya que de pronto el paisaje es azul, por los sembradíos de agave azul que se usa para producir tequila.

Carretera en Nayarit

Y los paisajes pedregosos cerca del Volcán Seboruco !muy hermosos! A un lado se ven las vías del tren ¿Ya tendrán 100 años?

Antes de llegar a Mazatlán, después de 5:30 horas de camino o un poco más y gastar $1,606.00 en ese poco tiempo en casetas, y antes de llegar a Villa Unión, Sinaloa, viramos a la derecha y tomamos la autopista a Durango ¡E inició nuestra aventura!

Al llegar a la primera caseta, en Mesillas, de esa autopista y antes de pagar, observamos que nos quedaba un cuarto de tanque de gasolina, entonces preguntamos a qué distancia está la gasolinera más próxima y se nos dijo que a 110 kilómetros. Una opción era dejar la autopista y buscar en una población cercana una gasolinera, pero sabiendo que mi auto gasta muy poquito combustible, dije muy segura !vámonos!

¡Gran error! Pues como no es lo mismo kilómetros que millas, ni litros que galones, las cuentas alegres no resultaron ¿Recuerdan la película dónde dos amigas norteamericanas van a Italia en busca de un tipo? Pues igual nos pasó, calculé mal y por poco nos quedamos en medio de la nada.

En esa autopista hay pocas casetas, creo que vimos una sola tienda, no hay baños y ¡ninguna gasolinera! Ahhhh y no hay señal para teléfono ni internet ¡Ésto si es una aventura!

Cuando ya nos quedaba sólo la reserva de gasolina, tuvimos que dejar la autopista hacia El Salto para repostar, porque estimé que viajábamos sólo con el impulso !qué susto! Tremendo dolor de cabeza pesqué por el estrés. Pero bueno, ya allí había baño y tienda y nos pudimos relajar ¡gracias Mago por tu tranquilidad en ese momento! ☺️

Los paisajes con bosques de pino compensaron la salida de la autopista hacia El Salto ¡Muy hermoso todo!

Para compensar cenamos gorditas de chicharrón y frijolitos, deliciosas, adelante de El Salto, en un restaurante llamado La Casita, en un lugar rodeado de bosques.

Llegamos a la hermosa, histórica y colonial ciudad de Durango ya sin luz de sol, pero mucho más tranquilas !qué aventura!

Para el regreso aseguramos tanque lleno antes de salir y tuvimos un viaje tranquilo. Pero de verdad vale la pena viajar por esa carretera !que paisajes tan maravillosos!

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