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Imposible no relacionar Ávila con Santa Teresa, dado que no sólo nació y fue bautizada en esta ciudad, sino vivió sus primeros pasos en el convento de Gracia.
Todos los rincones de la ciudad la recuerdan, dentro de los muros de la parte antigua y fuera también.
Ávila es una ciudad que conserva la muralla completa y todas las puertas. Frente a una de ellas está el lugar donde nació Santa Teresa, ahora es una capilla a la que se puede entrar. Llegué cuando ya se había iniciado una misa y me quedé a participar, luego pasé a conocer la capilla y un pequeño patio particular que la Santa disfrutaba y que ahora se ve desde una ventana.
A un lado de esta capilla se exhiben reliquias y recuerdos de la Santa.
Se siente su presencia e imagino que los habitantes de la ciudad se deben sentir protegidos.
Cuando visito lugares tan bellos y tan llenos de historia, también intento imaginar la vida en épocas pasadas; en la antigüedad y sobre todo en los tiempos en que nació Santa Teresa, España estaba siendo reconquistada por los cristianos y no era época de tranquilidad ni seguridad. Se movían los ejércitos y había persecución contra los árabes, judíos serfardíes y gitanos. Luego, los lugares que estaban siendo reconquistados era necesario habitarlos por los conquistadores, por lo que los Reyes Católicos invitaban a la gente a repoblar la península y se veían grandes emigraciones. Por otro lado se vivían enfermedades incontrolables como la peste y la influenza. Eran tiempos difíciles.
Ávila es muy hermosa y vale la pena visitarla, además de que es cerca de Madrid y se puede llegar en tren o autobús, por lo que se puede visitar en un día. ¡No te la pierdas!