Pudiera creerse que es de lo más aburrido esperar en un aeropuerto, pero no lo es.

El vuelo está retrasado por niebla, el aeropuerto está lleno de gente que debió salir hace más de tres horas a su viaje, cansados, desesperados y sin lugares para sentarse.

Pero aburrido no es. La gente de por sí es interesante. Somos una gran diversidad en físico y en carácter. No se diga la forma de vestir.

He observado a la gente en muchas terminales y siempre veo con interés nuestras diferencias.

Nos vamos a España y Austria a pasar Navidad 🎄 y año nuevo con los amigos, con la emoción de abrazarlos de nuevo, con el cariño conservado en los años y a pesar de la distancia.

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