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Eusebi Güell pretendió hacer el negocio de su vida al construir y promocionar una ciudad-jardín, pero sólo consiguió vender tres parcelas. Hoy queda de ello el ingreso destinado a servicio común, la plaza y la Sala Hipóstila o Temple Dóric.
La obra la encargó a Antoni Gaudí, el arquitecto de moda en la ciudad y que ha marcado profundamente su estilo en la arquitectura de Barcelona; el resultado es un parque salido de su gran imaginación y construido respetando a la naturaleza e inspirada en ella y sus colores.
Son dignas de admiración las terrazas que como balcones cuelgan literalmente de la colina, sostenidas por columnas color tierra que se dirigen a todos lados, como si fueran raíces de enormes árboles, incorporándose así a la naturaleza.
La Sala Hipóstila, bajo el mayor de esos balcones, formada por 86 columnas, ninguna recta, blancas como el techo y con figuras fantásticas en recortes de cerámica, fue hecha para albergar un mercadillo semanal.
Hoy se puede visitar esta maravilla que en 1984 fue declarado Patrimonio de la Humanidad y que es una obra más del gran arquitecto Antoni Gaudí, donde él vivió de 1906 a 1926 en una finca con una gran vista de la ciudad, construida por F. Berenguer en 1904 y que hoy está ocupada por la Casa-Museo Gaudí.
Cuando vayan, les recomiendo empezar el recorrido por el estacionamiento que está en la parte alta del parque e ir bajando, lo que les ahorrará esfuerzo.
THE FANTASTIC PARK GUELL IN BARCELONA
This fantastic park was built by Antonio Gaudi, the great architect, commissioned by Eusebi Güell, who’s tried to sell a garden-city but failed in attempt. Inside you can visit the House-Museum Gaudi in the house who’s he lived between 1906 and 1926.
Today you can visit this great park with a beautiful view of the Barcelona city and enjoy it.