A la sombra de una araucaria, frente al Pabellón Real, en la Plaza de América se encuentra un peculiar rinconcito dedicada a Miguel de Cervantes Saavedra, llamado Glorieta de Cervantes, que fue construida en 1913.

La glorietita está distribuida alrededor de este árbol: cuatro bancos con azulejos decorados que detallan de manera visual la famosa novela “Don Quijote de la Mancha” y dos anaqueles que señalan fechas y lugares donde vivió Cervantes.

Sobre esos anaqueles se instalaron dos esculturas, una de Alonso Quijano y otra de Sancho Panza que han desaparecido.

Yo no entendía bien eso de los anaqueles, hasta que leí un poco de la historia de la glorieta y me entero que las esculturas era de barro cocido y que los anaqueles contenían libros que servían para la recreación de quiénes se sentaban allí. Excelente idea, sólo que no contaban con el vandalismo.

La descripción de la novela inicia en un octágono en el piso, alrededor del tronco de la araucaria, donde se puede leer “EN ALGUN LUGAR DE LA MANCHA DE CUYO NOMBRE NO QUIERO ACORDARME VIVIO NO HA MUCHO UN HIDALGO DE LOS DE LANZA EN ASTILLERO, ROCÍN FLACO Y GALGO CORREDOR”.

¿Se pueden imaginar sentados allí, leyendo, en una tarde fresca?

En nuestra próxima visita a este parque nos sentaremos en otro rinconcito que es realmente una maravilla.