Seguimos nuestra visita a este parque en el centro de Sevilla… esta vez llegaremos hasta la Plaza América, para que aprecien de cerca los pabellones Real y Mudéjar, éste último alberga hoy el Museo de Artes y Costumbres Populares y frente a éste está el Museo Arqueológico. Se les llama pabellones porque se usaron como tal en la Expo Iberoamericana de 1929.
En esta misma plaza están la Glorieta de la Mesa Mural, la del Reloj y una que a mí, particularmente me gusta mucho: la de Cervantes.
En el centro de la plaza hay una gran fuente, que en verano tiene flores acuáticas y está rodeada de macetas típicas hechas localmente en cerámica de colores y una rosaleda distribuida por colores.
Hay algo muy significativo para mí en el extremo sur del parque: el Pabellón de México, cuyo frente da a la Avenida de las Delicias, frente a la Glorieta de México y que hoy ocupa la oficina de posgrados de la Universidad de Sevilla a donde yo acudía, como en mi casa, a realizar trámites. Este edificio es en forma de X en cuyo centro hay un patio techado de donde parten pasillos. Está inspirado en la cultura tolteca aunque tiene muchos detalles mayas, como el petatillo en la fachada superior, copia del Cuadrángulo de las Monjas de Uxmal y grecas escalonadas como las que luce el famoso Arco de Labná; también en la fachada, dos serpientes descienden a los lados de la puerta de ingreso hasta el suelo, copiadas de las del Palacio de los Guerreros de Chichén Itzá (ciudad maya), sobre la puerta de ingreso tiene el escudo nacional y la frase “Por mi raza hablará el espíritu” que es el lema de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Por otro lado, navegando por la red, en mi búsqueda de información me encontré un hermoso poema dedicado a este parque, pero ¿qué creen? Está escrito en andaluz, que es el dialecto que se habla en Andalucía y que lingüísticamente es muy parecido al español; en éste importa mucho la pronunciación que es muy parecida a como hablan español en Cuba. Sobre esta lengua tengo una anécdota: recién llegué a Sevilla fui a una frutería a surtir el refrigerador (frigorífico, frigo) y el señor que me atendió, muy guapo por cierto, me pregunta “¿qué va a llevar mi arma?”, aunque no le entendí totalmente, comprendí perfectamente que tenía que hacer mi pedido. Pronto volví por tres razones: había buena fruta, quería oír otra vez que me había dicho para saber si había entendido bien y, por supuesto, quería recrearme la pupila. De nuevo dijo “¿qué va a llevar mi arma?”; me dejó desconcertada, no sabía si yo había oído mal, por lo que procedía averiguar con Mercedes, la señora que me rentó un cuarto para vivir y ella me explicó que se trataba de la lengua local y que él me decía “alma” y no “arma” como entendía yo, pero que así se pronuncia en Andalucía. Con el tiempo me acostumbré a oír: pescaíto, Guadarquivir, Jesú, señó, cuidao, bailaora, cantaor, tablao, por ejemplo. En Andalucía no se sesea como en otras partes de España.
El poema es de J. Antonio Cavestany:
El Parque de María Luisa
Escuche usté, amigo:
¿Ha estao usté en Sevilla?
¿Ha visto usté el parque
de María Luisa?
¿Qué no lo conoce?
¿Qué no ha estao usté allí?
Pues…, usté no sabe
lo que es un jardín.
No, señó;
No lo sabe usté,
se lo digo yo.
El parque – el paraíso. Está en la orilla
del río más juncal y más cañí
que hizo Dios, pa lucirse haciendo ríos…
¡El Guadarquiví¡…
el río de la gracia y del salero,
que en eso da lecciones hasta el mar,
porque el mar es más grande, tié más agua…
pero menos sal.
Un cachito e tierra
e un cachito e gloria
se puso a echá flores,
se puso a echá rosas,
claveles y azahares,
y nardos y aromas
(¡vamos que las plantas
se volvieron locas¡),
y salió aquel parque…
¡Ay, Jesú, qué cosa¡…
Como pa er regalo
de una reina mora
o pa que los ángeles
tuviesen alfombra…
Un mantón de Manila
con mil bordaos,
donde los pajarillos
no son pintaos,
sino de veras…
¡Hay ruiseñó que canta
por peteneras¡
un mantón que deslumbra
con sus reflejos,
donde las rosas nacen
entre azulejos,
y por hermosas,
también corren las fuentes
sobre las rosas.
¿Quién bordó ese pañuelo de pedrería?
El sol, el sol bendito
de Andalucía…
Pañuelo moro
al que dio por flecos
sus rayos de oro.
En fin, que ése es un parque
neto, serrano,
andaluz, con hechuras,
juncal, gitano…,
¡la maravilla¡
¡El pañolón de flores
de mi Sevilla¡
Pos…misté una cosa
que no va a creé:
Ese jardinillo
lo jiso un francé.
¿Qué tendrá mi tierra
(yo me jago cruces),
que hasta a los franceses
los vuelve andaluces?…
¿Qué dirá el gabacho
cuando vaya al Boá?…
Esto es cualquier cosa…
Pa jardín…,¡allá¡
El querrá de fijo,
si se va a París,
jacer otro parque
como el hizo allí,
y no va a salirle…
¡Qué le va a salir,
si el sol de su tierra
parece un candil
y a las hembras dicen
Madán por gachí¡…
Que venga primero,
si quiere lucir,
a aprender el Sena
del Guadalquiví.
Los claveles del parque
de mi Sevilla
se suben ellos solos
a la mantilla.
Con las que en mayo nacen
en su lindero
hay pa cubrir de rosas
el mundo entero.
Ca naranjillo tiene
diez ruiseñores,
y es aquello una orgía
de luz y flores,
cuando entre los rosales
que besa el río
pasa dándoles celos
el mujerío.
Aquello es gloria pura,
que Dios envía…
Vamos…¡la borrachera
de la alegría¡
To se ríe: las flores,
la tierra, er viento…
¡hasta el cielo parece
que está contento¡….
que el cielo en estas tardes
dice a Sevilla:
¡Buen jardinillo tienes¡…
¡Anda, chiquilla¡…
Dios mismo es quien t’ha dao
tu pañolón…
¡Vaya si estás serrana
con el mantón¡
¿Y usté no ha estao nunca
en er parque aquel?
Pues usté no sabe
lo que es un vergel…
No, señó:
No lo sabe usté,
¡Se lo digo yo¡
Jesú, como los gitanos
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Hola Claudia:
Parece que leíste el poema, temía que hubiera quedado muy escondido debajo de las fotos. Gracias por visitar mi blog. Saludos.
Paty Michel
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