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No podía terminar de explicarles cómo se vive Semana Santa en la ciudad de Sevilla, sin mostrarles las últimas fotos que tengo para ustedes.
En ellas pongo como pie de foto la explicación del Paso de que se trata y la Hermandad a la que pertenece.
Pero hay algo que quiero decirles: para mi sorpresa los más interesados en leer mi blog sobre este tema han sido los españoles, pero a una proporción que no esperaba ya que por cada persona que lee mi blog, doce españoles lo leen. Incluso uno de ellos buscó en el Google sobre qué pensamos los extranjeros sobre su Semana Santa. Es curioso, pero es la importancia que le dan.
Antes de despedirme les tengo una sorpresa, algo que causa mucha curiosidad, ya que mis amigos no españoles me preguntan constantemente ¿tan religiosos son los españoles? Yo creo que no. La Semana Santa en Sevilla sólo tiene como tema la Pasión de Cristo, la religión, pero en realidad es un acto cultural y social; es una representación colectiva donde las Hermandades que participan tratan de poner lo mejor de sí mismos, de hacerlo todo hermoso y perfecto y lo más apegado posible a la tradición. Todo está lleno de reglas que todos tratan de cumplir. Pero no sólo participan las Hermandades, sino los sevillanos en las calles al decorar sus balcones y al vestirse ceremoniosamente para acudir a ver los Pasos, ya que los hombres, de todas las edades, visten traje oscuro y las mujeres lucen sus mejores ropas. Para el jueves y viernes Santos ellas visten de riguroso luto y usan mantilla negra con peineta. Al pasar el Paso frente a ellos arrojan de los balcones pétalos de flores o bien guardan un absoluto silencio, excepto con la Macarena, la Virgen de la Esperanza, que vuelve locos a los sevillanos y gritan ¡guapa, guapa! Y lloran de emoción (bueno, lloramos).
Aún y todo, al igual que un mexicano responde “soy ateo y guadalupano por Gracia de Dios”, también los hay sevillanos ateos y macarenos o ateos y del Cristo del Gran Poder.