De las fiestas religiosas la más esperada es la Semana Santa y de lunes a domingo de Resurrección más de 50 Hermandades programan sus peregrinaciones por distintas rutas, pero todas convergen en la Catedral y la mayoría entra a la calle Sierpes por La Campana, donde se instalan sillas que las personas tienen apartadas por medio de abonos desde años y las mismas siempre.
Este año el clima no ayudó y salieron unas cuantas y es tanta la pasión que anima a los Hermanos que veíamos lágrimas en sus ojos cuando el Hermano Mayor les anunciaba que se cancelaba la salida por la lluvia.
En la procesión se siguen varios ritos, como el de llevar un Paso si se trata de una Virgen o dos si es un Cristo que acompaña siempre otro Paso con una Virgen y algunas Hermandades sacan hasta tres Pasos en la misma procesión, el tercero con una representación de una escena bíblica.
Un paso es una tarima hermosamente engalanada cuyo centro de atención es la Virgen o el Cristo de la Hermandad, a veces acompañados de un Santo o dos, con vestiduras con ricos bordados (que en eso Sevilla se pinta solo), con candelabros muy raros, muchos cirios encendidos y arreglos florales naturales ¡Se pueden imaginar cuánto pesa un Paso!
La tarima va cubierta de tal manera que no se ve quiénes la cargan, que se les llama costaleros y generalmente son jóvenes, miembros de la Hermandad, que cargan sobre su cabeza el Paso.
El resto de la Hermandad participa en la procesión ocupando los demás puestos, entre los que van muy numerosos son los Nazarenos, que son penitentes que llevan túnicas y llevan cubiertos el rostro con una cucurucho sobre la cabeza y hasta los hombros, del mismo color que la túnica, que generalmente es morada, pero las vi en negro, gris y otros colores.
A mí me gusta particularmente la banda que las acompaña, que está formada por más de 150 personas y tocan muy solemne y como van juntos los mismo instrumentos y van pasando de cuatro en cuatro, de momento escuchas en primer plano los que van pasando frente a ti y en segundo plano el resto; como al final vienen los instrumentos de percusión, entonces confundes el sonido de tu corazón con los tambores que se acercan y eso te hace sentir muy emocionado.
Normalmente al entrar la imagen en el Paso a su Iglesia tocan el Himno Nacional y yo, mentalmente por supuesto para no meterme en problemas, tarareo “somos cristianos y somos mexicanos…”, porque ya una vez lo hice en voz alta y una española me dijo airada “¡el Himno Nacional no tiene letra!”
Mejor me callo! sin comentarios, respetuosa arriera precavida.
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prudencia ¡mucha prudencia! saludos
Paty
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… cuidado con lo que cantas, …hija de Maria…!
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soy respetuosa, ¡hasta eso! no olvido «no hagas a otros lo que no quieres que te hagan» o «arrieros somos y en el camino andamos» y precavidad, muy precavida…
Saludos
Paty Michel
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