Ubicado muy cerca de la Alameda y frente a un parque con
vetustos árboles y rodeado de cafecitos, pequeños restaurantes y bares, en un
edificio de dos plantas que alguna vez fue dos museos y que hoy, atinadamente
es uno solo, es el actual Museo de Cádiz.
No puede uno imaginar su contenido si desconoces la larga
historia de la ciudad. Primero fue Gadir para los fenicios que construyeron la
ciudad hace miles de años; después fue Gader cuando la tomaron los romanos e
hicieron de ella una potencia en el Mediterráneo hacia el año 206 a.C.; Julio
César estuvo en esta ciudad y visitó el templo que existía allí a Hércules.
Este museo contiene, en la planta baja, piezas bellísimas
procedentes de estas civilizaciones, que eran muy civilizadas por cierto:
miniaturas en oro, joyería en oro y plata con pedrería, de hombre o mujer,
perfumeros en cristal de roca, aceiteros en cerámica o cristal, vasos y jarras
en cristal, retratos en barro cocido fenicios, enormes estatuas romanas entre
las cuales está una colosal de Trajano, todos los vestigios que deja cualquier
civilización y que muestran sus costumbres.
Se exhiben así mismo dos enormes sarcófagos fenicios, uno
masculino y uno femenino, que se encontraron con muchos años de diferencia y en
distintos lugares. Es interesante saber que, como la ciudad está limitada por
tres de sus lados por mar, pues no hay mucho lugar extra donde construir,
entonces es muy común que cuando alguien construye o remodela encuentra restos
de estas civilizaciones, como un médico que remodeló su casa y encontró un
tesoro formado por piezas de joyería en oro y monedas en oro y plata.
En la planta alta se exhiben cuadros de artistas gaditanos
(gentilicio de los habitantes de Cádiz), la mayoría y muy hermosos por cierto,
como Cecilio Pla pintando al óleo en estilo impresionista. Tienen cuadros de
Murillo, un Rubens y allí me encontré un Sorolla “Figuras bajo un emparrado”
que es un conjunto de personas trabajando bajo una parra y al frente un grupo
de patos.
Realmente vale la pena visitar el museo y a la salida
descansar tomando un café en el parque.