Ya está aquí el Domingo de Ramos y Sevilla vive ya desde hace semanas los preparativos. Ya se oyen a los lejos las bandas ensayar. El centro tiene áreas cerradas a los peatones, donde instalan sillas por lo que se llama «carrera oficial» y se trata de las calles donde obligatoriamente tienen que pasar la mayoría de las procesiones e inicia en la calle Sierpes (es una callecita muy estrecha), en el lugar conocido como La Campana, luego pasa frente al Ayuntamiento y por último frente a la Catedral.
Este año, después de tres de vivir la Semana Santa, siento que conozco más de la pasión de los sevillanos por sus tradiciones. Cada detalle cuenta y cada detalle debe ser perfecto. Todo el mundo se esfuerza.
El primer año me asombraba que distinguieran cada una de las imágenes de la Virgen, porque yo las veía todas iguales. Ahora ya reconozco a algunas, entre ellas a mi Virgen de la Macarena, Nuestra Señora de la Esperanza, que siempre lleva en el pecho cinco florecitas verdes que le donó el torero El Gallo.
Así que trataré de hacer una crónica de este año e iré intentando describirles los detalles.
Tomo prestado este video promocional del Ayuntamiento, para que tengan una probadita de las 60 procesiones que se viven aquí: