Lima · PERÚ

Diez horas en Lima, Perú


Palacio Arzobispal

Conseguir visitar Perú fue de verdad un gran logro, ya que el plan era ir a Machu Picchu, pasando dos días en Cuzco viajando por el Inca Rail, pero no pudo ser dado que salía de Santa Cruz, Bolivia, con destino a Lima, Perú, y el aeropuerto de salida estaba tomado por personas que protestaban contra el gobierno. Perdí tres días en Santa Cruz hasta que pude viajar.

Luego, el boleto de salida indicaba que el viaje iniciaba a las 3:00 am y se pudo partir hacia las 6 am; total que me quedaba muy poco tiempo para estar en Perú ¡sólo unas diez horas! Y eso significaba una visita rápida, muy rápida, a Lima la capital de Perú.

Como ya tenía reserva en un hotel, llamé para que pasaran por mí al aeropuerto y aunque no podía pasar la noche al menos pude dejar la maleta; pero ¿Cómo haría una visita tan pequeña a la ciudad? Salí a la calle pensando en eso y en una avenida paré un taxi y le propuse al taxista que me llevara a varios lugares y que fijara él la tarifa desde ese momento para no tener sorpresas desagradables al final. El chofer resultó ser un joven estudiante muy culto y muy agradable, Jorge, por lo que resultó la mejor idea para visitar Lima. Le hablé de mis aspiraciones de conocer el barrio de Miraflores, donde nació Mario Vargas Llosa, quería conocer la Alameda, la Catedral y el Palacio Municipal ya que conocía la fama de sus balcones de madera de tiempos de la colonia española y él me llevó a más lugares.

Iniciamos con un recorrido por la ciudad que incluyó la avenida que bordea, como un balcón, la orilla del mar, por lo que Jorge me llevó a un centro comercial construido en la ladera que cae al mar y visitamos allí un museo de oro Inca ¡maravilloso! El recorrido se hace a oscuras y todas las piezas están exhibidas sobre fondo negro e iluminadas particularmente, por lo que se veían bellísimas las joyas.

Luego fuimos al barrio de Miraflores y la Alameda con su puente, mientras yo repasaba en mi mente la canción “La flor de la canela”. Platicando con el chico acerca de la comida típica le pedí que me llevara a un lugar donde hubiera ceviche, pero para locales no para turistas. No tuvimos que salir del barrio y en un lugar pequeño, sentados en bancas y mesas rústicas, lo comimos acompañado de cerveza local ¡quedé encantada! Muy recomendable.

Por último me dejó en el Palacio de Gobierno. Y allí estaban los famosos balcones de madera coloniales en el Palacio Arzobispal ¡hermosos! Luego la Catedral e inicié un recorrido a pie rodeando primero la Plaza Mayor frente al Palacio Municipal, luego por la calle peatonal que inicia ahí y, caminando cinco cuadras di con la Plaza San Martín donde, para mi buena suerte, estaban en un concierto de rock muy bueno.

En esa calle pasé frente a la Iglesia de la Merced y me desvié un poquito para tomar una foto de la Bolsa de Valores.

En la Plaza San Martín terminé mi recorrido sentada descansando y escuchando el concierto. Como empezaba a oscurecer, tomé un taxi que me llevó por mi maleta y al aeropuerto.

Estar en Lima me costó el precio de la visa para entrar a Perú, una noche de hotel que no usé porque planeaba ir a Cuzco y Machu Picchu y el pago de impuestos para entrar y salir del país, que se paga en el aeropuerto. A pesar de todas las peripecias ¡me gustó mucho Lima!

2 comentarios sobre “Diez horas en Lima, Perú

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