Debe de haber un lugar en línea que almacena todas las aventuras que suceden en los aeropuertos.
A mí me gustan particularmente aquellos aeropuertos de las grandes ciudades… me ubico en un lugar estratégico para ver pasar personas ¡somos tan diversos! Es una maravilla. De todos tamaños, colores y sabores, grandes y pequeños de estatura y de ego. De las vestimentas más raras y coloridas. De actitudes mil. Preocupados, absortos, humildes y soberbios, despreocupados y maravillados. Hay personas que parece que viven en los aeropuertos por la forma como se mueven en ellos. Es maravilloso ver pasar una persona enorme de tamaño arrastrando una maletita pequeñita ¿qué llevará en ella? De pronto pasa una familia de procedencia oriental por la ropa ¿India, Singapur? ¡Quién sabe! Pero el jefe de la familia lleva un carrito del aeropuerto con más de diez maletas enormes. Adivino de donde proceden, vienen de la playa porque están morenos de sol calzan sandalias, vienen del norte sudando con un abrigo puesto para no cargarlo, ejecutivos elegantes y guapos, de moda vaquera, jeans, camisa de cuadros y sombrero. Los adolescentes me fascinan ¿cómo hacen para tener el último modelo de teléfono inteligente? Y tenis de moda. Los niños maleducados, gritones que nadie calla.
Yo habito el aeropuerto de Houston desde ayer que llegué procedente de Ámsterdam y me dejó mi vuelo porque salimos con tres horas de retraso de allá. Logré el cambio al siguiente, pero llegaron tres tormentas con una cortina de agua oscura y muchos rayos y cancelaron todos los vuelos. Me anoté en el primer vuelo de hoy, pero no alcancé lugar. Ahora espero el siguiente al mediodía. Mientras observo, disfruto la cultura norteamericana, habrá que comer hamburguesa y tomar coca-cola, qué más da. Afortunadamente y al menos eso parece, los aeropuertos gringos son ahora más amigables, antes eran agresivos y hasta ambiente agradable hay. En este momento, por ejemplo, escucho The Piano Man.
Pero la verdad es que tengo casi cinco meses fuera de México y ansío ver a mi familia y los amigos y comer pozole y tacos. El pozole es un potaje a base de carne de cerdo, generalmente, y maíz cocido; suele ser de caldo rojizo porque se le agrega un poco de chile, pero en mi familia se acostumbra sin chile y se sirve con lechuga o col, cebolla picada y jugo (zumo) de limón. Depende de la zona de México puede servirse con más o menos cosas. En Guadalajara además puede ir acompañado de tacos dorados, que consisten en un taco de carne o papa (patata), en tortilla (tortita) de maíz, que se dora hasta que queda crujiente y se puede servir solo para acompañar el pozole, o bien cubrirlo de lechuga o col, con una salsa de jitomate (tomate) y cebolla en rebanadas delgadas.
“Ya casi” está siendo mi frase obligada desde hace meses y parece que, al menos estos días, continuará siéndolo. Ya casi.
Aqui se le espera con mucho afecto!
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!Muchas gracias! Espero verte pronto. Paty Michel
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Pues hasta a mi se me antojó el pozole…y vaya que no soy pozolera…jajajajaja nosotros ya también te queremos ver; «ya casi». Esperemos que a la hora de comer tu lata de Coca-Cola diga «Coco»
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¡Ya casi! quiero pozole y tacos… estamos en contacto.
Paty Michel
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Yo te hacía ya en estos lares hermana… pues que el último tirón siga siendo productivo y «al pozole » en la nochi
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Sin duda. Abrazos. Paty Michel
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