Ronda posee una de las plazas de toros más antiguas de España, que se terminó de construir en 1785 y que queda en el lado más nuevo de la ciudad, con un museo en su interior que incluye una hermosa colección donada por don Antonio María de Orleans, duque de Montpensier (5° hijo del rey Luis Felipe de Francia, casado con la Princesa de Asturias Luisa Fernanda) que contiene todos los arreos necesarios para montar a caballo propios de un rey, que recibió de regalo de su padre, ya verán las fotos. Uno los ve en las películas pero observarlos de cerca es otra cosa: sillas de montar con increíbles bordados en hilos de oro y plata, con cojines de terciopelo para ir con toda la comodidad, con ornamentos para los caballos a juego de las monturas a todo lujo. Otra colección de armas antiguas, muy antiguas, algunas con trabajos artísticos muy hermosos; espadas, cuchillos, rifles, pistolas, incluso pistolas especiales para los retos a duelo. Y además todo debidamente explicado: ¿sabías que en el coche enganchado el rey era el único que podía llevar ocho caballos? El príncipe seis, cuatro los duques, 3 un obispo, y dos o uno los particulares ¡pues yo tampoco sabía! Y también había una gran explicación de todas las reglas para batirse en duelo.
En el museo también se exhiben los carteles de las fiestas de toros, que se someten a concurso previo. Entre ellos están los de las corridas goyescas, que se celebran desde 1954 y tienen la particularidad de que los trajes usados por todos los que intervienen en la corrida están inspirados en Goya. De hecho ya ha habido corridas picassianas. Los carteles de estas corridas también tienen inspiración en estos pintores.
El edificio es bello, obra del mismo arquitecto que hizo el increíble “Puente Nuevo”, Martín de Aldehuela. Las graderías son pocas pero muy amplias, lo que hace que a pesar de que no tiene butacas es cómoda. Es de dos plantas y la planta alta tiene techo de tejas sostenido por vigas de madera lo que lo hace muy peculiar. El ruedo mide 66 metros de diámetro y el piso, al igual que la Real Maestranza de Sevilla, es de arena amarilla de color muy intenso. Su fama mundial se la dio Ernest Hemingway a quien le gustaba asistir a las corridas allí. Esta plaza de toros fue de las primeras en recibir el toreo a pie y en promoverlo e ir implantando poco a poco las reglas que se siguen en un espectáculo taurino.
En la visita con previo pago se puede visitar la plaza, dos museos, los corrales tanto de toros como de caballos y una tienda de recuerdos y de verdad, aunque no seamos amantes de este arte, vale la pena hacer una visita y ver con calma todo lo que, de historia y arte, se ha conservado en ella.
Que impresion, aqui dio inicio una de las fiestas más polémicas del siglo 21, la tauromaquia…debe ser fascinante estar ahi y oler el inicio de una tradición…
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Hola Gaby:
Mi primer contacto con la historia de esta tradición fue en la Real Maestranza de Sevilla. Hay un post más antiguo sobre esta plaza, que tiene también su propio museo para conocer su historia. Pero la de Ronda, es cierto, encierra en sí misma la transición de fiesta de las plazas y calles al encierro en una plaza.
Paty Michel
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