Gracias a Lore, mi paisana, y su esposo, pasé un día maravilloso en un hermosísimo castillo alemán, un sueño cumplido. Todo empezó con mi visita a Bocholt, con el fin de pasar unos días con Lore y su familia, a quien tenía más de quince años sin ver y ellos me llevaron como una sorpresa a este lugar.
Al norte de Dusseldorf, cerca de Bocholt y prácticamente en la frontera con los Países Bajos está la población llamada Anholt y en las orillas está este hermoso castillo, que hoy es hotel. En la entrada un anuncio cita “Wasserburg Anholt” y la primera palabra es compuesta y significa castillo rodeado de agua.
Llegamos en auto y el castillo tiene estacionamiento. Entramos caminando sobre grava, por lo que caminamos despacio maravillándonos desde la entrada del hermoso castillo formado por varias construcciones, rodeado totalmente de agua.
Se entra a través de un puente levadizo de madera, llevándonos a un pasillo que conduce a una plaza central y alrededor están las construcciones que conforman el castillo. Uno de los edificios es museo y el resto dan servicio como hotel. Intentamos entrar pero no era día de visita, sin embargo se nos permitió recorrer el bosque, el campo y los jardines que rodean el castillo, que es en verdad bellísimo.
Lore desde aquí sigo agradeciendo la oportunidad de conocer varios pueblos alemanes, caminar por los bosques y el campo, comer deliciosa comida y pasar unos días maravillosos ¡gracias a ti y tu familia!
Gracias Paty por compartir esto con nosotros. En verdad me gustará conocer todo lo que tu conociste. Demos gracias a Dios por esta oportunidad que te dio. Felicidades
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¡Gloria a Dios! Y gracias por esa maravillosa oportunidad.
Paty Michel
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